Boaz es un chico solitario fascinado por los indios y por los ponis. En el colegio no tiene amigos y tiende a perderse en sus pensamientos. Hasta que llega una nueva alumna, Aisha. No sabe hablar su idioma, pero está claro por su aspecto que es india; además, se sabe comunicar por dibujos, como los indios. Boaz es ahora el niño más feliz del mundo, hasta que a su padre se le ocurre la idea de cambiarlo de clase. Pero también Aisha parece tener problemas en casa, cada día se la ve más cansada.