Hace cincuenta años Haroldo de Campos empezó a escribir poesía. En todo este tiempo el poeta brasileño nos ha ido dejando una obra inmensa, con una voz inconfundible y original. Su labor como poeta ha ido siempre de la mano con la de traductor y la de crítico literario. No se puede entender el universo de lengua portuguesa sin tomar en cuenta la prolífica labor que ha ejercido en todos esos registros. Su obra es fundamental en Brasil en la segunda mitad de siglo XX no sólo por su rigor, sino también por su amplitud de registro.