Los poemas de la presente antología, Signos en el polvo, que hoy aparece bajo el sello editorial de la Academia de Buenas Letras de Granada, han sido seleccionados por mí exclusivamente, sin otro criterio que el de unas preferencias que para mí mismo son insondables, pues en ellas intervienen particulares inclinaciones, gus tos, recuerdos, emociones, viejos estados de plenitud o de desánimo, etc. Estructuralmente, esta selección vuelve al formato más común: el puro orden cronológico de creación. La ventaja de este orden, como se sabe, es que hace patente la evolución en el ámbito formal y en el ideológico de una obra, que en mi caso ya es extensa, al tiempo que muestra la depuración de un estilo en el que se reflejan distintas etapas, como en las vetas del tronco cortado de un viejo árbol se leen las vicisitudes de su crecimiento y desarrollo.