Courtland MacCarrick es un mercenario escocés que tras negarse a cumplir las órdenes del hombre que lo ha contratado, está a punto de morir ejecutado. Por suerte para él, Annalía Llorente, una bella y joven andorrana, lo encuentra malherido y a pesar del odio que siente por todos los escoceses, le da cobijo en su casa y le ayuda a sanar. El plan de Court es abandonar ese lugar en cuanto el resto de su equipo se reúna con él, pero cuando descubre que Annalía se ha marchado con la intención de rescatar a su hermano, prisionero del mismo hombre que mandó su ejecución, decide salir en su rescate. Me ha parecido muy original que la mayor parte de esta historia transcurra en el bello Principado de Andorra y que su protagonista, cuando está alterada, recurra al catalán para expresar sus rabietas y en este sentido, creo que la autora y sus colaboradores han hecho muy buen trabajo porque todas las expresiones que aparecen en esta lengua han sido traducidas de forma correcta. Lo que comienza siendo una gran atracción física entre Court y Annalía va evolucionando paulatinamente y la huída que ambos protagonizan para proteger sus vidas servirá para que aprendan a trabajar en equipo y a confiar el uno en el otro hasta que finalmente, nace una bonita historia de amor en la que el riesgo a que uno de los dos pierda la vida, será casi una constante. Annalía es muy joven e inocente, la falta de una figura materna en su vida ha hecho mella en su carácter y a pesar de su valentía para afrontar peligros, es una chica con muchas inseguridades a nivel personal. Por contra, Court emana seguridad y confianza por todos los poros de su piel y solo teme una cosa: que se cumpla la maldición de Leabhar nan Süil-radharc, El Libro del Destino, que señala que ni él ni sus hermanos podrán formar jamás una familia en el futuro. Los caracteres de Court, Ethan y Hugh, los tres hermanos MacCarrick protagonistas de esta serie, son muy parecidos: los tres son rudos y faltos de modales, lo que junto al carácter afable y algo burlón de Annalía, generará muchas escenas muy divertidas y que me han hecho sonreír en más de una ocasión, lo que he agradecido enormemente.