La lectura de Manuel Vicent siempre depara el saber de antemano cuáles son las temáticas recurrentes del autor y el estilo de escritura con que las aborda. Desde su reciente trilogía de la transición (“Desfile de ciervos”, “El azar de la mujer rubia” y “Aguirre el magnífico”), a través de un personaje o hecho histórico, el valenciano aprovecha para retratar una época y unos personajes desde su prisma. En “Ava en la noche” dibujó el Madrid que emergía de la posguerra y el despertar que esa ciudad y sus noctámbulos supusieron en un joven valenciano estudiante de Cine trasunto del protagonista. En “Retrato de una mujer moderna”, novelar la vida de Concha Piquer es sólo el hilo conductor para disfrutar de la narrativa de uno de los mejores embajadores de Valencia y de la cultura levantina. El Nueva York gansteril de entreguerras en el que la protagonista tuvo que luchar para sobrevivir, el bando vencedor de la Guerra Civil al que perteneció sin perder por ello su independencia, la llegada de la modernidad en los años sesenta y con ello un país en el que dejó de encajar y su posterior reivindicación por parte del mundo de la cultura…Más que novela, biografía o crónica, Vicent crea en sus libros un género de por sí, y disfrutar de sus metáforas y fineza en la creación de figuras literarias siempre es un placer por encima de etiquetas y categorías. www.antoniocanogomez.worpress.com

Más que una novela es una crónica de la vida de la gran artista Concha Piquer. Casi todo lo que se cuenta en el libro, yo ya lo sabía, así que no me he llevado ninguna sorpresa. Me esperaba más de esta obra. De todas formas, es una buena lectura para aquellos que no sepan demasiado de la genial artista valenciana.

Concha Piquer, doña Concha era mucha mujer. La vida la había llevado por caminos llenos de entuertos, ya no digamos en la juventud, en la infancia y la adolescencia. Vivía en una familia muy vulnerable y pasó mucha hambre pero se hizo mujer de golpe y con gracejo y desparpajo se presentó en un teatro de su Valencia diciendo que quería cantar. Así con 9 años comenzó a cantar los domingos. Y allí Penella, un cazatalentos, le ofreció viajar a América con la ópera "El gato montés". Cantar en Broadway en inglés no es mal inicio de carrera. Sufrió mucho. Cuando su madre se volvió a Valencia por el tifus de sus hermanas, se quedó sola y se rehizo así misma. Se forjó a hierro y fuego. Un carácter fuerte y una profesionalidad única la convirtieron en una reina. No se calló ante el dictador, ante la censura. Se exigía muchísimo a ella misma y a los que trabajaban con ella en esas giras que la desplazaba años a América . Vicent pinta un retrato vigoroso con muchos sufrimientos pasados en soledad y en silencio. Lo hace con agilidad y maestría creando un libro que no se olvida. A ver quién en la adolescencia se hubiera separado de los suyos y se hubiera ido a Estados Unidos a labrar su porvenir llegando al estrellato y conservando ese brillo tantos años. Después está la leyenda forjada por un ser vivo excepcional. Me ha sorprendido mucho que conociera a Blasco Ibañez y que la hubiera visitado en Broadway atraído por su fama. El orígen de la magnífica canción "Cría cuervos", de la que hace una interpretación brutal, es impresionante. No se lo pierdan.

Como siempre, Manuel Vicent nos deleita con lo que escribe por sus descripciones. En este caso cuenta la vida de Conchita Piquer, una mujer adelantada a su tiempo y que hizo siempre lo que quiso, en tiempos convulsos.Vicent es un maestro en describir tanto el Nueva York de los años 20 del pasado siglo, con sus gánsteres, como la Valencia de aquellos tiempos y de los duros años de La Guerre INCivil, con su personaje de por medio.