Hoy en día hablar de Edgar Allan Poe es hablar de un maestro. Un maestro de lo extraño; uno de los escritores estadounidenses más famosos del Romanticismo. Cada día más gente lo descubre, mientras otros se apresuran a redescubrirlo. Sus textos suscitan una atracción irresistible. En ellos encontramos cuervos que hablan, espíritus de personas muertas y personas vivas que parecen muertas. Sombras, destrucción, nostalgia y amor. En cierto modo, el principal personaje que inspiró su obra fue él mismo. “Mi vida ha sido capricho, impulso, pasión, anhelo de soledad, mofa de las cosas de este mundo”, dejó escrito. Su inadaptada existencia fue en muchos momentos tan estremecedora como los textos de terror que escribió. La poesía de Poe es considerada a tan alto nivel como su prosa en donde la mujer, la muerte y el amor fluyen como tragedia. Esta edición incluye las fantasmagóricas ilustraciones creadas por William Heath Robinson, en 1900, para la edición anglosajona del libro de poemas. Además de un prólogo de Charles Baudelaire, donde reflexiona acerca de la literatura, y del hombre que se escondía en el interior de Poe.