Cruda, a ratos desagradable, machista... es una historia que, aún teniendo potencial (aunque no originalidad) y estar bien escrita, creo que le falta bastante desarrollo, tanto en los personajes como en la trama y desenlace.
hace 5 añosV Premio Tusquets Editores de Novela. Camino de su empresa en las afueras de Buenos Aires, a Julio Andrada le gustar tomar todas las mañanas, si va solo, la avenida Amancio Alcorta porque se adentra por barrios humildes que le recuerdan su procedencia, y, sobre todo, le devuelven la medida exacta de su éxito y su ascenso social. Un día, en una comida azarosa, Julio no puede evitar oír la conversación y las bromas de unos camioneros sobre el mercado sexual en uno de los barrios próximos a su trayecto habitual. Como dirá él mismo, ese día será el principio del fin. Guiado casi por una pulsión incógnita, Andrada se sorprenderá a sí mismo acudiendo al atardecer en coche, y contratando los servicios de Daiana, una adolescente que le provocará un borbotón incontenible de deseo. El vecino y empresario modélico, presidente de su comunidad, preocupado por la buena imagen de su familia, organiza con aplomo y fría inteligencia su doble vida. Pero poco a poco la situación precisa de decisiones rápidas, y de comportamientos cada vez más resolutivos y comprometidos.
Cruda, a ratos desagradable, machista... es una historia que, aún teniendo potencial (aunque no originalidad) y estar bien escrita, creo que le falta bastante desarrollo, tanto en los personajes como en la trama y desenlace.
hace 5 años