«Todos los hombres que he conocido solo me han inspirado un deseo: el de alzar la mano y dejarla caer con fuerza sobre su rostro». Así comienza la notable historia de Firdaus de rebelión contra una sociedad fundada en mentiras, hipocresía, brutalidad y opresión. Nacida en el seno de una familia campesina en Egipto, Firdaus lucha a lo largo de su infancia, buscando la compasión y el conocimiento en un mundo que le da muy poco de ambas cuestiones. A medida que crece, cada nueva relación le enseña una amarga pero liberadora verdad: las únicas personas libres son aquellas que no quieren nada, no temen nada y no esperan nada. Desde sus primeros recuerdos, Firdaus sufrió a manos de los hombres. Primero su abusivo padre, luego su violento marido, y finalmente su engañoso novio convertido en proxeneta. Después de toda una vida de abuso, por fin llevará a cabo una acción drástica contra los varones que gobiernan su vida. Desde su celda, Firdaus, condenada a morir por haber matado a un proxeneta en una calle de El Cairo, cuenta su vida desde la infancia en la aldea a la vida de prostituta en la ciudad. La retribución de la sociedad por su acto de desafío —la muerte— le da la bienvenida como la única manera de poder ser finalmente libre.