La música vive no solo en cada melodía, sino en cada artista que se entrega, que da parte de sí y que, incluso de forma no intencionada, nos induce a descubrir aspectos de nuestra propia identidad.Entender que las personas referentes nos acompañan y nos contienen en nuestro crecimiento es fundamental. Por esta razón, salud mental y pinceladas de historia lgtbi se entrelazan en esta novela, junto a mucha música. Dailos, Asier y Marta nos transportan a Madrid, Bilbao o Arucas a través de sus vivencias más personales.