Resumen

Hubo un tiempo en que los antepasados de los españoles practicaban la covada (el hombre fingía los dolores del parto mientras la parturienta lo atendía), un tiempo en que los jeques del mineral importaban exclusivas vajillas griegas y joyas orientales, un tiempo en que la tumba de un rey se adornaba con la escultura de un hombre masturbándose, un tiempo en que los guerreros españoles combatían como mercenarios por todo el Mediterráneo...En pleno proceso de construcción de una Europa unida conviene mirar atrás para saber cómo fuimos. Al hacerlo nos encontramos con nuestros antepasados iberos, grandes desconocidos para la mayoría de los españoles. Con este libro, en el que la información fidedigna es compatible con el humor, redescubrimos a los iberos y, junto con ellos, a los mercaderes fenicios, los colonos griegos, los conquistadores cartagineses y los imperialistas romanos.El mundo ibero va más allá de los restos del Cerro de los Santos y de Porcuna o de las damas de Elche y Baza. El creciente interés por quienes dieron nombre a la Península se ha visto reforzado por numerosos hallazgos arqueológicos que nos permiten saber más del pueblo al que algunos autores creen que debemos nuestro modo de ser y nuestra imagen internacional. Una obra ampliamente ilustrada, con información actualizada sobre los descubrimientos más recientes, que muestra la faceta más viva de la Historia.

1 Críticas de los lectores

7

Reconozco que el autor no es santo de mi devoción, y no lo es porque uno, que lee y escribe de vez en cuando, piensa en cómo Eslava publica tanto sobre temas tan diversos. Más allá de envidias y devociones, quién no peca, merece la pena acercarse al mundo de los íberos. El Mediterráneo antiguo, el de Aníbal y sus elefantes, el de los griegos y los romanos, el de los faraones, también fue el de los íberos. De ellos sabemos lo que dice la Arqueología, puesto que su escritura es, en gran medida, un enigma. Pero, a través de las páginas escritas por Eslava, el lector retorna a aquella península Ibérica habitada por una marea de pueblos con costumbres singulares y también similares a las del resto de la cuenca mediterránea. No es necesario ser historiador o arqueólogo, Los Íberos es un libro de fácil lectura. Quizá algún día, en una de tantas excavaciones, alguien halle la clave de la escritura íbera y todo cambie; hasta entonces, la de los íberos será una historia perdida en la neblina del tiempo, historia a fin de cuentas. Eslava lo resume en una frase magnífica: "El pueblo que posee la escritura tiene una voz que resiste al olvido, tiene historia".

hace 8 años