Durante el reinado de Juan II, Ramiro de Linares, hijo único del conde de Pimentel y vasallo del rey de Aragón, se enfrenta en un torneo a don Pelayo de Luna, hijo de Álvaro de Luna, condestable de Castilla, por los amores de Blanca de Castromerín. Este triángulo amoroso sitúa el inicio de una novela en la que la rivalidad, la lucha, el enfrentamiento y el odio serán los ejes fundamentales del relato. Dos hombres que aman a una misma mujer, pero cuyo comportamiento es desde el principio hasta el fin antagónico. Y, al cabo de la historia, el caballero de Olmedo, el rey Juan II que se convierte en una marioneta en manos de don Álvaro de Luna, quien por sus villanías morirá ejecutado en 1453, y un largo etcétera de personajes y acontecimientos… Publicada por primera vez en Valencia en 1830, ya declaraba en el prólogo Ramón López Soler su gran admiración por Walter Scott y Lord Byron, a través de cuyas lecturas consigue tramar la que es la primera gran novela histórica en lengua española, novela con la que inicia una tendencia y un género que se prolongará con éxito hasta el día de hoy., Así, Soler recrea, combinándolo siempre a la perfección con la peripecia argumental, el complejo laberinto de hechos históricos de mediados del siglo XV, un mundo en el que se entrecruzan aventuras, venganzas y enfrentamientos.