Resumen

Había sido un niño flaco y enfermizo, hijo único de una valiente y cariñosa mujer abandonada por su marido. Este escueto perfil valdría para definir el carácter conservador y escéptico del profesor John McGowan, un hombre marcado por el fantasma de un padre ausente, desaparecido en circunstancias nunca esclarecidas. Tampoco era de extrañar que, con el tiempo, John llegara a convertirse en un excelente padre de familia y amantísimo marido, hechos que el académico anteponía frente a las otras dimensiones de su vida. Con aquellos mismos matices de estudiada frialdad, John se enfrentaría a la extraña herencia proveniente de su padre y entregada a él por un abogado de Washington, casi treinta años después de la desaparición de su progenitor. Sobrepasado por el carácter insólito de la noticia, John apenas podía dar crédito a la dimensión de las confesiones que su padre le hacía desde el pasado. Se trataba de unas pocas cartas escritas de su puño y letra, donde éste le confesaba sus hallazgos como arqueólogo, en un área próxima a Jerusalén, durante la década de los cincuenta. Pero había algo aún más excepcional. Junto a las cartas se encontraban unas piedras luminosas, que el devenir de los hechos demostrarían capaces de trastocar el destino de John y de alterar los cimientos de la humanidad. Un poder fascinante y asombroso que habla de la segunda venida del Mesías a la tierra y la misión encomendada a John para preparar el camino.