Cuando Katarina Bishop tenía tres años sus padres la llevaron al Louvre... para preparar un robo. En su séptimo cumpleaños, ella y su tío Eddie viajaron a Austria... para robar las joyas de la corona. Cuando Kat cumplió los quince años, planeó crearse una identidad nueva para poder entrar en el mejor internado de su país, decidida a abandonar el negocio familiar. Poco después, Hale, su mejor amigo, aparece de la nada para devolverla al mundo del que tanto le había costado huir. Sin embargo, lo hace por una buena razón: alguien ha robado la valiosa colección de arte de un mafioso. Sólo un ladrón experto podría haber realizado el trabajo, y el padre de Kat es el único nombre de la lista de sospechosos. Para ella solamente cabe una solución: seguir el rastro de los cuadros y volver a robarlos. Tiene dos semanas, un equipo de adolescentes y, con suerte, el talento suficiente para llevar a cabo el robo más importante de la historia de su familia. Y, si todo sale bien, también podrá recuperar su propia vida.