Sinceramente me ha defraudado. Esperaba al menos que me gustara tanto como los anteriores, pero no ha podido ser. Creo que de lo que menos hablan en este libro es de la conciencia, aunque al final, Arsuaga lleva el tema al cuerpo y Millás lo lleva a la mente. No, creo que se pierden aunque no deja de ser un libro muy ameno. Esperaba mucho más y me deja un sinsabor la repetida queja, lamento de Millás de que, a pesar de todo, no se han hecho amigos.
hace 2 meses