Julián cumple años, pero su papá y su mamá trabajan en la fábrica todo el día. Afuera cae la nieve y adentro Julián decide hacer magia con su espejo para no sentirse tan solo. “Abracadabra” y así desfilarán varios animales por su casa, hasta que por fin sea el turno de un caballo, que lo llevará en una aventura de jinete valiente. En este segundo libro de Félix Bruzzone, las pinturas de Germán Wendel que ilustran el texto, potencian la extrañeza y el sinsentido de la narración.