Fantásticos relatos contados de manera sencilla y muy entretenidos. La forma de contar historias del autor piloto de aviones de combate que empezó a escribir de forma accidental durante la segunda guerra mundial no es comparable a ningún otro. Me llamó la atención que en uno de los relatos autobiográficos Roald comenta que son mejores sus historias ficticias antes que las reales y que por ello en este libro sólo es real el relato "El tesoro de Mildenhall", sin embargo, en "La maravillosa historia de Henry Sugar" también hace hincapié que es una historia real pero cambiando el nombre del protagonista y el de los casinos.
hace 6 años