En 1945 se publicó por primera vez la edición conjunta de dos títulos capitales en la narrativa inglesa de entreguerras, Mr Norris cambia de tren (1935) —germen de la película Yo soy una cámara— y Adiós a Berlín (1939) —inspiradora de la ya clásica Cabaret—, bajo el título genérico de Historias de Berlín. La escritura minuciosa de ambas obras, llena de sutilezas pero simple en estructura, que deja una fuerte impronta sobre lo no escrito, conduce al lector a través del Berlín inmediatamente anterior a la Segunda Guerra Mundial. Le introduce en las antiguas casas burguesas convertidas en pensiones, donde los bohemios malviven. Le acompaña a los oscuros cafés-teatro, donde dudosos artistas comparten mesa con gigolós, prostitutas, timadores y rateros de circunstancia. Y le pasea por la parte alta de la ciudad, donde las clases acomodadas arias y judías se encastillan, mientras en los barrios bajos, la clase obrera, condenada al hambre, simpatiza con los nazis solo por tener algo con que llenar el estómago.