Todo el mundo quiere tener suerte en la vida. Pero ¿qué hace que algunos de nosotros tengamos más éxito que otros? ¿Tiene que ver realmente con nuestras capacidades y estrategias, o con algo mucho más impredecible? Este libro trata de la suerte o, para ser más precisos, de cómo percibimos la suerte en nuestras experiencias personales y profesionales. Esto resulta obvio en el ámbito de los mercados (nos dicen que tal empresario tiene «,visión de futuro», o que determinado financiero tiene «,talento»,), pero demasiado a menudo su rendimiento se debe más a la suerte que a sus capacidades. El problema reside en que nos cuesta mucho entender la probabilidad, y por ello seguimos creyendo que lo que sucede no es aleatorio y nos empeñamos en encontrar razones allá donde no las hay. A lo largo de las páginas de este libro, lleno de anécdotas y de historias sorprendentes, Taleb hace desfilar a diferentes personajes que han conseguido comprender, cada a su manera, la importancia de la suerte: Desde Solón, uno de los mayores sabios de la Antigüedad, y el héroe mitológico Ulises, hasta Karl Popper, filósofo del conocimiento, y el financiero George Soros. Tal vez nunca podamos protegernos del todo de los caprichos de la diosa Fortuna pero, tras leer ¿Existe la Suerte?, estaremos bastante más preparados para sortearlos.
Este es el típico libro inteligente pero que llena demasiadas páginas para tratar tres o cuatro ideas, dando vueltas y vueltas a lo mismo: la falta de comprensión de la probabilidad, el ruido respecto la tendencia, la visibilidad del que triunfa (respecto a los miles que no), como se subestiman los cisnes negros, etc. Interesante pero demasiado largo y repetitivo.
hace 1 añoTALEB RECUERDA ESTIMABLEMENTE QUE, EN NUESTRA REALIDAD ALEATORIA, EL INTRÍNGULIS N O SON LAS SOLUCIONES, SINO HALLAR EL PROBLEMA Y HABÉRSELAS CON LA NO LINEALIDAD, Y SUSCRIBO QUE «LA MAYOR PARTE DE CUANTO LOS ESTADÍSTICOS FINANCIEROS SABEN NO MERECE LA PENA»; PERO SOLO LOS LIMITADOS NECESITAN ESTAS ADVERTENCIAS: ÚNICAMENTE VEMOS A LOS VENCEDORES EN EL PODIO, Y NO A TODOS LOS FRACASADOS (CON LOS NO SELECCIONADOS, EN MI EJEMPLO) DE LOS DIVERSOS PAÍSES COMPETIDORES; ES MUY FÁCIL EXPLICAR A TORO PASADO POR QUÉ NO SUCEDIERON OTROS HECHOS Y PRESUPONER LOS FUTUROS, DE AHÍ, EN CONTINUIDAD Y CONVERGIENDO A UNA MEJORA (COMO LA ILUSTRACIÓN DISIPÓ LAS TINIEBLAS, DIGO YO); Y EL JUGADOR AGRACIADO EN EXTREMO VIVE UNA REGRESIÓN A LA MEDIA. NUESTRO OPERADOR BURSÁTIL SE APROVECHA DE LA RAREZA, EL «CISNE NEGRO», CON APUESTAS ASIMÉTRICAS Y FALSANDO SU CONJETURA, MIENTRAS EL AZAR ENGAÑA A OTROS; ASÍ QUE NOS MUESTRA SESGOS ESTADÍSTICOS, DE LOS CUALES DESTACA EN TIEMPOS DE PANDEMIA ESE POR EL QUE, ENFERMANDO UNO DE CADA MIL (0,1 %) Y VALIÉNDOSE DE UNA PRUEBA DIAGNÓSTICA CON EL 5 % DE FALSOS POSITIVOS (VERDADEROS LOS NEGATIVOS), LA PROBABILIDAD DE QUE EL POSITIVO HAYA ENFERMADO SERÍA DEL 95 %, NO DEL 2 %. O SEA: 0,1 / (5 + 0,1) x 100, LO QUE NO DESMENUZA ENTRE TANTAS PEROGRULLADAS. Y QUIEN CRITICA LA EXPRESIÓN «HAMBURGUESA SIN UN 75 % DE MATERIA GRASA» PRECISA QUE «NO HAY FALSOS NEGATIVOS» EN EL ANTERIOR EJEMPLO. UNA FALACIA CONSISTE, AL SER JUZGADO O. J. SIMPSON, EN ESGRIMIR EL PORCENTAJE DE MALTRATADORES QUE ACABARON ASESINANDO A SUS MUJERES (10 %), EN VEZ DEL DE LOS UXORICIDAS QUE VENÍAN AGREDIÉNDOLAS (50 %); PUES NO SE DIRIME LA PROBABILIDAD DE QUE, EN EL FUTURO, O. J. MATE A SU MUJER (NO EL «MATARA» DEL TRADUCTOR).
hace 2 años
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