Desde que nacemos estamos empezando a morir, y aun así la mayoría de nosotros vivimos de espaldas a esta realidad y las pocas veces que reflexionamos sobre el tema tan sólo tenemos en mente que la muerte nos separa de todo lo que nos gusta y, sobre todo, de aquellos a quienes amamos. Y es cierto. Pero la muerte también supone el fin de todo sufrimiento y el cese de todo dolor, y no hay que desestimar la idea de la muerte como descanso, reposo profundo o disolución placentera. ¿Podemos evitar el sentimiento de angustia que nos produce el punto final? ¿Podemos aprender a morir igual que aprendemos a vivir? Ramiro Calle logra en estas páginas convencernos de la necesidad de modificar nuestra actitud frente a la muerte. Sus enseñanzas, basadas en la práctica de milenarios métodos de consuelo y auxilio, nos ayudan a comprender que es posible enfrentarse a la enfermedad con firmeza y fundirnos en el absoluto con la máxima templanza y serenidad. Esta edición revisada incluye las conclusiones de Ramiro Calle después de haber sufrido él mismo una gravísima e inesperada enfermedad que lo llevó a las mismas puertas de la muerte.