Me ha parecido una novela distinta, escrita con un estilo particular y muy personal, que probablemente no sea para todos los gustos ni para todos los momentos. Mia Fredricksen, una mujer cincuentona que ha sido abandonada por su marido para irse con otra, nos narra en primera persona las fases por las que pasó hasta asumir el abandono, primero de locura transitoria, y luego narra cuando fue a pasar un verano a Bonden, la ciudad en la que pasó su infancia y en la que aún vive su madre anciana y las peculiares amigas de ésta. Allí además dará clases de poesía a unas chicas adolescentes y conocerá a los vecinos que viven junto a la casa que ha alquilado. Éstas son algunas de las líneas argumentales que sirven como excusa para ir intercalando en la trama profundas reflexiones sobre la psicología de las mujeres y su relación con los hombres, mientras Mia va saltando de un tema a otro, de un recuerdo a otro. Me ha gustado mucho también como la autora se dirige al lector en mitad del texto, con una gran complicidad. El libro me ha fascinado, me han parecido muy interesantes sus reflexiones filosóficas, que denotan por parte de la autora un profundo conocimiento de la naturaleza humana. Por buscarle algún “pero”, en algunas partes del libro se me escapaban algunas de las referencias literarias o filosóficas que hace, por desconocimiento sobre ellas. Todo ello escrito con una narrativa rica, además de divertida, ingeniosa y muy irónica a veces. Es el primer libro que leo de ella, pero seguro que repetiré.
hace 11 años
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