Michael Talbot nos desvela curiosos fenómenos que no tienen explicación para la ciencia moderna, pero que sí pueden interpretarse mediante la fisica cuántica o modelos teóricos como el paradigma holográfico. Según él, el universo es un gigantesco holograma, una proyección tridimensional que nuestra mente se encarga de recrear, y la realidad tangible de nuestras vidas cotidianas es realmente una ilusión, igual que una imagen holográfica. De esta manera, el tiempo y el espacio no son más que productos de nuestra manera de percibir, pero estamos tan "programados" para aceptar estos conceptos como categorías absolutas que nos cuesta incluso imaginarlo.