Enérgica, contundente, lúcida... Resulta casi milagroso que Colm Tóibín haya podido hilvanar en tan poquitas páginas -126-, esta excelente semblanza de María de Nazaret. Y es que este autor irlandés va siempre a la caza de lo artístico y de lo bello a la hora de escribir. La voz desgarradora de una madre hundida en su dolor, en su destierro, en su despecho... En un lamento desbordado que inunda cada poro de su cuarteada piel. Para los que nos gusta buscar en los libros más esencia que el mero entretenimiento de leer.
hace 6 años