Garion y sus amigos siguen persiguiendo a la malvada hechicera Zandramas, pero caen en manos del emperador de Mallorea, Zakath, quien, aunque los trata con amabilidad, los retiene prisioneros en Cthol Murgos. Alguien intenta envenenar al emperador, pero Belgarath lo salvará con una flor milagrosa.