Hubo un tiempo en que todo iba veloz y la radio del coche estaba encendida. Conducíamos de noche con las ventanillas bajadas, tarareando junto aquellas canciones, yo siempre a destiempo, sin llevar el compás, pero nada parecía importarnos demasiado, sólo la velocidad, el viento, las carreteras desiertas, la música... Hasta que un día nos adentramos en un túnel. Era interminable. Intentamos salir de él porque de pronto nos sacudió el miedo. Teníamos un hijo, dinero, comodidad, y ya nada nos divertía. Fue entonces cuando decidimos probar suerte en América. Y ésta es la historia de lo que sucedió allí, de cómo un negro sudanés regresó del pasado y su historia se mezcló con la de W. G. Sebald, de camisas olvidados y buzones llenos de cartas para un destinatario desconocido, de un escritor que intenta comenzar su nueva novela pero no puede porque la realidad, a su alrededor, está rebelándose contra la ficción....