A pesar de ser un libro juvenil es muy duro porque es la vida de los campos de refugiados desde dentro, con todo el dolor, la pérdida, la tristeza y la desesperanza que supone. Me ha encantado, está muy bien escrito , la prosa de Ginés Sanchez no defrauda! y es muy ágil y muy visual .El final es tan bonito que resulta poco creíble
hace 3 meses