En la biblioteca de la Universidad de Yale se conserva el que es sin duda el manuscrito más enigmático del mundo, escrito en una lengua desconocida y con unas ilustraciones que aún no han podido ser interpretadas. Redescubierto en un convento italiano a principios del siglo XX, fue propiedad en el siglo XVI del emperador Rodolfo II, cuyo interés por la alquimia y la nigromancia es bien conocido. En este libro se describe el manuscrito, se relatan sus avatares a lo largo de los siglos, se traza el perfil de las personas que se relacionan con el mismo y, por fin, se detallan los esfuerzos, hasta ahora estériles, por traducirlo.