En la tercera y última entrega del ciclo, WIlland se enfrenta a sus orígenes, a su hermano gemelo y al tiempo antagonista, pues se ha puesto al servicio de Maskull, quien intenta hacer vencer mediante magia la Gran Mentira, encarnada en la guerra y en todo tipo de desastres. En realidad, asesorado por Gwydion, lo que hace el joven Willand es enfrentarse a las regiones más oscuras e inaccesibles de su propio yo, lo que dota a esta tercera entrega de un componente simbólico mucho mayor y, al mismo tiempo, obliga a replantearse el desarrollo de los dos libros anteriores. "El manto blanco" es realmente la culminación de la trilogía pues la dota de un nuevo sentido que hasta ahora estaba sólo latente. La crítica internacional ha destacado la perfecta combinación de material procedente del ciclo artúrico con la potencia imaginativa del autor que ha creado un mundo completo y complejo, que el lector va descubriendo a medida que avanza en la lectura y que sólo en el desenlace permite ver toda la magnitud de la historia.