En "El lenguaje de las piedras" primera entrega de la trilogía, Robert Carter combina la historia antigua de Gran Bretaña con el ciclo artúrico y una poderosísima imaginación que le permite crear un mundo completo y coherente. Su historia se centra en la espera de un rey, y en los signos que a través de las piedras pueden encontrarse en relación a él. El anciano y ciego mago, Gwydion, que en su día conoció a este monarca, sabe bien que el reino corre peligro y que las defensas sobrenaturales que con tanto esfuerzo se construyeron por aquel entonces para ahuyentar la amenaza de una invasión, hoy son poco menos que un montón de piedras caídas de cuyo poder ya nadie guarda memoria. Sin embargo, esas piedras de peligrosos poderes están empezando a cobrar vida tras su letargo, llamando a los hombres a una nueva y quizá definitiva guerra. Gwydion necesitará de la ayuda de un joven capaz de identificar esas piedras e interpretar el mensaje que ocultan, y Willand, su joven aprendiz, ha demostrado estar preparado para desempeñar esa tarea, aunque antes de emprenderla tendrá que conocer el nombre con que Gwydion pasó a la leyenda: Merlín.