Joseph Smith consigue salir bastante airoso de este reto difícil y complicado. Su novela es un canto bello, crudo y angustioso, en el que sólo impera la fuerza extrema de la naturaleza y el puro instinto animal. Su mérito narrativo estriba en el que sabe ponernos en la mismísima piel de este legendario, salvaje y feroz depredador. El lobo siempre ha sido un animal temido. Un ser masivamente repudiado, acosado y acorralado por el hombre. Su mala fama de brutal asesino y ocasionador de daños le han marcado; pero lo que la mayoría de la gente no sabe, es que mayormente caza en situaciones agónicas de hambruna. Salvando mucho las distancias, tiene ciertas semejanzas con las novelas de Jack London "La llamada de la naturaleza" o "Colmillo blanco".
hace 8 años