El desarrollo más alto de la civilización consiste en la capacidad de llenar el ocio de manera inteligente. La vida no es un problema a resolver, sino una experiencia a realizar y conviene lanzarse a ella sin reservas. Con su pluma brillante y poética, Luis Racionero nos adentra, a través de los cinco sentidos, en esos instantes íntimos que enfrentarán al lector a una evidencia inquietante: el gozo de disfrutar en plenitud con los simples detalles que nos depara la vida.