Cuando nació Julieta me pregunté: ¿dónde está esa niña que yo había imaginado durante todo el embarazo? Cristina Sánchez-Andrade ha querido compartir con los lectores sus vivencias con Julieta, sin victimismos, con toda naturalidad. Adorada por toda la familia, ocurrente y creativa, a Julieta le encanta preparar bocatas, aunque es verdad que lo deja todo sembrado de migas, y en cuanto puede se disfraza con la ropa de los demás. La autora confiesa que el problema de su hija la pilló por sorpresa, que no lo supo hasta que ella nació. Y que, aunque Julieta no es como sus hermanos, la colma de felicidad. Con realismo y buen humor, Cristina describe esa convivencia mediante centenares de experiencias cotidianas que alcanzan todos los extremos: desde el agotamiento y el desánimo hasta la carcajada irreprimible.