El estilo de Baroja es desacartonado, de narrativa lineal, simple y sencilla. Lo más jugoso me resulta las palabras que el autor le hace decir a sus personajes; en varios momentos del relato, a través del dialogo de los protagonistas, esgrime pensamientos y aseveraciones de matiz filosófico que me resultan sumamente "deliciosos". Es como que Baroja, bajo el pretexto de escribir un relato, se siente cómodo para exponer ideas y pensamientos acerca de la vida, muchas de las cuales marcan la cercanía del autor con la obra de Schopennauer. Un par de párrafos muy interesantes sirven por sí solos como para justificar la lectura de toda la narración. Me ha gustado .
hace 12 años