El éxito de Santiago como escritor le permite encontrar a su maestro Ventura Vázquez, que un día se marchó del pueblo sin dejar rastro, en lo que el niño sintió como una traición, y ahora pasa sus últimos años en una pensión de mala muerte, rumiando el fracaso de su vida. A partir de ese encuentro, Santiago intenta descifrar las claves de esa ausencia, emprendiendo un camino que le lleva de nuevo a su pueblo y a su infancia, donde le esperan las respuestas que en su momento no pudo o no quiso encontrar.