Nos encontramos ante uno de esos pequeños tesoros que acarician el alma con su lectura.

He de confesar que me llamó la atención por lo bonita que era la edición de Nube de tinta y que no había leído los anteriores, pero es que esa belleza es sólo el principio, la antesala de lo que nos espera.

Se trata de un recopilatorio de cuentos, leyendas, fábulas que no son tan conocidas como las habituales y que han sido seleccionadas con notable maestría. Me llama poderosamente la atención que siendo tan cortas y sencillas en lenguaje, sean capaces de provocar una reacción en el lector tan profunda en ocasiones, que le inviten a cambiar el modo de ver las cosas, a valorar lo sencillo, a luchar por los sueños...en definitiva, a cuestionarse a uno mismo. Según el propio Eloy Moreno, la idea es que podamos entender mejor el mundo y desde ahí, poder cambiarlo a mejor.

No suelo ser muy obediente en mis lecturas, pero es cierto que Eloy recomienda leer un cuento cada día. La idea es hacerlo antes de dormir para poder soñar con ellos y que la reflexión nos acompañe durante el día y, en este caso, presintiendo que era un libro muy especial, elegí obedecer (más o menos, porque algunas noches leía dos) y no me equivoqué, por lo que secundo la recomendación de leerlo de esta manera.

Se trata de un libro que llama mucho la atención por la forma y la edición (con unas ilustraciones maravillosas de Pablo Zerda) pero que enamora por su contenido, por lo que recomiendo leerlo a cualquier edad, pero especialmente a jóvenes y adultos. Si estás buscando un libro que traspase el papel y te haga cuestionarte tus actitudes ante la vida, no busques más; es este. (Gloria Mª Martínez Tarazona, 10 de julio de 2023)