El título en inglés es “The Messenger” (El mensajero), que creo que se ajusta mejor a la historia. Ed Kennedy tiene diecinueve años, trabaja de taxista, y su vida es rutinaria, mediocre y bastante inútil. Un día, tras intervenir en la detención del atracador de un banco, empezará a recibir naipes con indicaciones que tendrá que descifrar y descubrir una serie de misiones que deberá llevar a cabo.
A pesar de ser una novela sencilla y bastante surrealista, con un final un poco flojo, en mi opinión resulta también entretenida, tierna y muy humana. Una historia positiva que enseña a apreciar las oportunidades y pequeños momentos que nos da la vida.