¿Por qué los mayores dicen siempre que no tienen tiempo? ¿Por qué existe el dinero? ¿Por qué a veces me siento invisible? ¿Se puede morir de amor? ¿Es interesante morirse? ¿Por qué nos hacemos preguntas todo el tiempo?
La mujer de Tomi Ungerer solía decirle que nunca se había hecho adulto del todo. Quizá por eso, por haber mantenido esa inocencia lúdica pero irreverente, entiende y sabe contestar como nadie a las preguntas de las niñas y los niños. Sin condescendencia, ni paternalismo, ni sobreprotección, sus respuestas son destellos filosóficos de pura inteligencia para todas las edades. Especialmente para los adultos que tienen mucho que aprender del niño que han olvidado que fueron un día.