Repensar el Estado o destruirlo, nos ofrece en esta ambiciosa obra una historia política de la lengua española en América Latina desde el descubrimiento hasta las independencias. A través de un relato tan ameno como riguroso, el autor pasa revista desde los primeros momentos de la conquista, cuando la lengua constituía una muralla con los habitantes de los territorios recién conquistados, hasta la imposición de las normas, religión o costumbres de los conquistadores. No faltan en el relato las aportaciones desde el otro lado, esto es, los préstamos de las lenguas indígenas al castellano o la complicada situación política en cada uno de los territorios hasta llegar a las independencias, sin olvidar el papel de la literatura a ambos lados del Atlántico.