Primero fue el jazz, después llegaron la poesía, la novela, el teatro. Quizá no sea casualidad que el ritmo envenenado de sus textos esté relacionado directamente con su condición de intérprete, el humo, el alcohol y la misma naturaleza tóxica del jazz. Y así fue como Boris Vian comenzó a escribir para Jazz Hot, Combat, Spectacles... Pero fue en Jazz News donde ejerció como un redactor jefe... terrible. París, los conciertos de Duke Ellington, Charlie Parker, MIles Davis y las consideraciones más mordaces sobre el jazz y sus críticos son una parte de la ingente obra de Vian que se recoge aquí. Esta edición incluye La colección Phillips, un suerte de canon de un hombre que moriría en un cine mientras visionaba la adaptación de Escupiré sobre vuestra tumba. Sin embargo, la música no dejó de sonar.