Imprescindible. Deja en paños menores a las religiones (cualquiera de ellas, ninguna en particular) y a toda la superchería moderna que las rodea, poniéndolas en su lugar correcto. Invita al lector a reflexionar y a cuestionarse el porqué de determinadas creencias inamovibles. Presenta ejemplos de pensadores, políticos, científicos y artistas que no dudan en afirmar su ateísmo o agnosticismo sin que ello les suponga ningún tipo de problema. Un texto crítico y liberador, que aporta una legión de citas y referencias a estudios, publicaciones o incluso jurisprudencia (estadounidense, lógicamente). De lectura obligada para mentes despiertas y con espíritu crítico.
hace 13 años
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