El aluvión de intrigas históricas de las últimas décadas obliga a discernir entre los libros que aportan algo diferente y los mediocres, y éste se encuentra en el segundo grupo. De la Roma del siglo XVI tan sólo se esbozan tópicos sobre lugares y costumbres, la intriga nunca emociona y los personajes no empatizan con el lector. Es la tercera de una serie de novelas protagonizadas por el jesuita Sandro Carissimi, iniciada con "Die Glasmalerin" y proseguida con "La cortesana de Roma", hecho que ignoraba cuando comencé a leerla. Y puedo asegurar que no leeré ninguna de las dos.
hace 12 años