Poco imaginaban los Berry que un oso danzando encima de una motocicleta y su amo, Freud, judío y vienés, iban a ser el origen de toda una saga de hijos y hoteles. Gracias a ellos fundarán el primer Hotel New Hampshire en una ex escuela de señoritas del estado de Maine, donde Franny, la hija mayor, vivirá una experiencia terrible; John, el narrador, empezará a levantar pesas; Frank, el primogénito, insistirá en perpetuar la imagen de Patético, el perro, y todo ello mientras Egg balbucea y la pequeña Lilly se encierra en su cuarto para crecer y escribir. Pero las cosas no acaban de funcionar y Freud telegrafía desde Viena y ofrece otro hotel, con oso incluido. Allí irá toda la familia, o lo que de ésta queda, a convivir en el segundo hotel, entre terroristas y prostitutas, y nada sino una bomba -y Lilly saliendo de su habitación con la novela prometida- conseguirá que vuelvan a Estados Unidos y al tercer Hotel New Hampshire, al lugar donde todo había empezado. Esta novela sirvió de base a la película del mismo título, dirigida por Tony Richardson y protagonizada por Jodie Foster.