No es una novela policiaca al uso (no hay vueltas de tuerca, ni grandes misterios). Su belleza radica en que "el detective" es sólo un vehículo para contar la historia de un momento clave en la historia del pueblo chileno; mientras que la figura de Neruda, y sus últimos días, forman la columna vertebral de una narración que engancha.
hace 8 años