“Días sin final” es una novela con varios premios en su haber. Me alegra poder decir que muy merecidos. Su autor, Sebastian Barry, uno de los escritores irlandeses más relevantes actualmente, construye una historia absolutamente magnífica. Ambientada a mediados del XIX en Estados Unidos, su protagonista es Thomas McNulty, un chaval irlandés que viaja como polizón a América tras perder a toda su familia, víctimas del hambre. Allí conoce a John Cole, un chico que también está en el más absoluto desamparo. Y, casi de manera espontánea, deciden unir sus caminos forjando un vínculo que emociona. “Eramos dos virutas de humanidad en un mundo rudo” decía Thomas, narrador de la historia. Un par de niños tratando de sobrevivir, de buscar un futuro, el que fuera. Juntos, acaban en el ejército, en el cual luchan en las guerras indias y la guerra de Secesión. A lo largo de las páginas tememos por ellos, y seguimos adelante con ellos. Barry consigue recrear la atmósfera de ambos conflictos, y nos ofrece grandes recreaciones de los pasajes bélicos. “Días sin final” duele, pero también es sumamente hermosa. (Ana Rayas, 8 de octubre de 2018).
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