Resumen

Durango mudó la piel bajo las bombas, y del magma de la sangre y del fuego nacieron monstruos. Uno de esos monstruos deshilachó de un plumazo las seguridades adquiridas durante los años que pasaron desde la Guerra hasta los convulsos inicios de los años 90. Lo hizo con un hacha, sembrando de carne dispersa la Casa Velasco y fulminando para siempre la escala de perversión y atrocidad que las gentes de España serían capaces de tragar a partir de entonces. Como siempre, a la patética versión oficial de los hechos le pegaron un centenar de vuelcos, todos bañados en salsa rosa, que no hicieron sino deslegitimar la posibilidad de que nada de eso fuera verdad. Se escribieron muchos libros sobre mentiras con patas, pero España tragaba, siempre lo hizo y siempre lo haría. Ahora, Ezequiel, un escritor de novela barata a quien nadie habría de escuchar, tiene la oportunidad de demostrar que aquello fue una falacia. Que los asesinatos del Monstruo de Durango son un árbol con mil ramas de las que muchas fueron mutiladas, y de las que algunas siguen arañando la oscuridad. Para ello, cuenta con algo con lo que nadie había contado hasta entonces. Sin embargo, el precio de la verdad es demasiado alto como para luchar por ella. Cuando uno se atreve a sumergir la cabeza hasta las profundidades abisales del alma humana, la cuenta se suele pagar con miedo. Y con mucha más sangre.

1 Críticas de los lectores

Todo empezó en 1937, cuando Durango quedó completamente arrasada por los bombardeos de la legión italiana. Sus calles se llenaron de sangre y del fuego nacieron monstruos.
Hasta principios de los noventa la ciudad vivió una relativa calma. Fue entonces cuando uno de aquellos monstruos, armado con un hacha, sembró de cadáveres mutilados la Casa Velasco. Corrieron ríos de tinta sobre el suceso, pero nada se pudo demostrar acerca de la más que cuestionable versión oficial de los hechos.
En la actualidad, Ezequiel tiene la oportunidad de desmentir esa versión y mostrar la oscura realidad tras los asesinatos. Para lograrlo deberá sumergirse en un mundo terrible del que no saldrá indemne.
Te adentras en esta novela con miedo; el que te producen la imagen de la portada y el título. Nada más pasar la primera página te topas con una impactante ilustración a todo color a modo de advertencia: te vas a adentrar en un mundo oscuro y peligroso. Al volver cualquiera de las páginas te puedes topar con la muerte.
Pero esta no es solo una novela de terror. Hay seres sobrenaturales, como ya avanza el título, pero si eliminamos la figura del diablo nos encontramos con una gran novela negra, escrita con ese estilo diferente que caracteriza al autor.
“Cuando el diablo se aburre” plantea un interesante dilema: ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar para lograr el éxito? ¿Hay algún límite infranqueable? Ezequiel os irá respondiendo según avance la investigación para su libro.
Ignacio Cid te embarca en un baño de sangre que quizá os recuerde a un caso muy mediático que tuvo en vilo a todo el país a principios de los noventa. Este no es un libro sobre aquel terrible suceso, sino un homenaje a la memoria de esas tres jóvenes.
Una trama intrincada con diferentes lecturas enmarcada en una lujosa edición de Dilatando Mentes. El oscurantismo de las ilustraciones matiza el color de la sangre que, según avance la novela, irá tiñendo las páginas. (Ana García, 22 de octubre de 2018).

hace 6 años