Los islandeses quisieron dejar la pesca y convertirse en banqueros de inversión. Todos. Los griegos quisieron pasar de ricos a pobres sin pasar por la casilla de salida y para ello mintieron en su deuda pública hasta límites inimaginables, contratando incluso a Goldman Sachs para que les ayudara en la labor de maquillar sus maltrechas cuentas. Los alemanes quisieron ser aún más alemanes y aprovecharon para hacer negocio. Y los irlandeses… los irlandeses sólo quisieron dejar de ser irlandeses. Michael Lewis le da una vuelta de tuerca a la crisis y se sitúa en los escenarios europeos donde más se ha notado la hecatombe financiera. Con su particular estilo, cargado de fina ironía y ácido sentido del humor, Lewis narra cómo la tragedia de la crisis ha golpeado a Islandia, Grecia o Irlanda, países a los que visita y en los que entrevista a sus banqueros y políticos, pero también a sus ciudadanos de a pie, quienes le explican cómo han vivido unos años que marcarán sus vidas para siempre, pues pertenecen al nuevo tercer mundo europeo.