La gran apuesta es la excepcional crónica del crac inmobiliario que originó la mayor crisis de los últimos ochenta años. Cuando en otoño de 2008 la economía estadounidense se hundió, arrastrando tras de sí a buena parte del mundo desarrollado a una crisis de la que aún no hemos salido, a un grupo de personas no le sorprendió en absoluto. Eran unos cuantos inversores y analistas inteligentes que habían comprendido lo que estaba pasando, pero no dijeron nada, paralizados por el miedo y las posibles ganancias. La pregunta clave que plantea Michael Lewis es: ¿quién se dio cuenta del riesgo que suponía dar por sentado que los precios del sector inmobiliario seguirían siempre al alza? Un riesgo complicado, además, por la creación de esos activos extraños y artificiales a partir de hipotecas dudosas. Para contestar esta pregunta, Lewis nos presenta una historia increíble a través de los personajes que la protagonizaron, plena de indignación y oscura ironía.