Mantiene bastante bien lo que es la esencia de Astérix, tanto en el dibujo como en la ambientación o en la manera de narrar sus aventuras. Conserva esa desdramatización de la realidad mediante la expresión de situaciones cotidianas (y en ocasiones cómicas) que podrían vivirse en cualquier época. He disfrutado con algunas alusiones históricas, que se cuentan con sencillez, pero con rigor. También se incluyen algunos guiños a la actualidad fácilmente reconocibles. Como crítica de este volumen, la historia se vuelve a ratos insustancial, aunque, como buen aficionado a la colección, lo he leído con gran interés.
hace 2 años