Cuando Agatha Christie falleció en 1976 se había convertido en la escritora más popular del mundo. Con unas ventas billonarias en todo el mundo y publicada en más de 100 países, había conseguido lo imposible: publicar más de un libro al año desde la década de 1920, y todos ellos éxitos de ventas. Tras la muerte de la hija de Agatha, Rosalind, a finales de 2004, se reveló un extraordinario legado. Entre sus objetos personales de la residencia familiar de Greenway se desenterraron los cuadernos privados de Agatha Christie, 73 volúmenes escritos a mano que habían permanecido en gran parte ignorados, probablemente debido a que la inconfundible caligrafía de Agatha era muy dificultosa de leer. Pero cuando el archivero John Curran comenzó a descifrar los cuadernos, se hizo evidente la magnitud de este tesoro escondido… Este libro abre la tapa del mayor secreto de Agatha Christie: cómo sus anotaciones, listados y borradores se convirtieron en los exitosos libros, obras de teatro y relatos que finalmente fueron. Argumentos alternativos, escenas eliminadas, incluso sus planes para libros que no llegó a escribir, la investigación de Curran revela una enorme riqueza de material inédito, incluidas dos novelas cortas de Hércules Poirot.