Es una novela en la que se mezclan lo que se conoce como historia de fantasmas y por otra parte una intriga policíaca. Un periodista gastronómico lleva a su hija a un pueblo y en el monasterio donde se hospedan todos los invitados se cuenta una historia de un ermitaño del que se dice que practicaba artes diabólicas. Cerca del monasterio hay un edificio en ruinas y la niña la primera noche tiene la visión de un fantasma que acabará contándole una historia en la que se cierne la muerte que a su vez se relacionará con una sucesión de crímenes que acontecen en le monasterio.