«Me gustaría pintar la naturaleza», confiesa una joven dibujante francesa al poner el pie en Japón. Por su parte, un artista japonés intenta «pintar una mujer». ¿Qué naturaleza? ¿La que apacigua o la que desborda? ¿Y qué mujer? ¿Nami, quizá, la que regenta la posada de baños termales donde ambos art...